FEBRERO - MARZO 2008
Día del AMOR y de la AMISTAD
... Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro!!!
El Amor; única fuente que brota de los corazones puros...
Felicidades a tod@s aquellas personas quienes valoran y conservan la Amistad y el Amor como un preciado Tesoro...
VÍA CRUCIS VIVIENTE
La Cuaresma es el tiempo litúrgico que nos acerca y prepara para la Semana Santa. Por tal motivo los alumnos y
Maestr@s de la Etapa Inicial, I y II Etapa de Educación Básica representaran la pasión de Jesús.
Lugar: Patio Central del Colegio
Día: Miércoles 12 de Marzo del 2008 / Hora: 08:30 a.m.
Están Cordialmente Invitados
EL TIEMPO LITÚRGICO DE LA CUARESMA
La Cuaresma:
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
La Iglesia nos da unas armas: oración, ayunos y limosna. Oración para encontrarnos con nosotros mismos y nuestra propia identidad, para sopesar lo verdadero de lo falso en nosotros y acoger la presencia de Dios, encuentro con él, y pedir fuerzas para ser libres y libres para los demás. Ayuno para se dueño de uno mismo, no dejemos esclavizar de las cosas, sino que podamos ser señores de ellas. Abstenerse de comida, bebida, cosas... no es renunciar a ellas por el prurito de la renuncia, sino para un dominio de sí y un vivir mejor los valores superiores. Limosna que es compartir. Sabemos dar lo que nos sobra o damos limosna para acallar la consecuencia y quedarnos tranquilos. El deseo de tener, de acaparar, el afán de riquezas nos esclavizan. Dice S. Agustín “dale al pobre parte de tu carga. Tú te aligeras y él se fortalece. Los dos caminaréis mejor”. Y todo a solas, en secreto, sin ser visto y presumir.